sábado, 12 de abril de 2008

Dos escenas de un encuentro


LLuvia gris de otoño
que cae con apuro sobre mí,
trayendo a mi memoria,
un cálido recuerdo de ti.
Las estrellas se esconden
y el cielo se sonroja,
en una noche fría de abril,
estas aquí, en mi memoria.
En una de esas noches
que parecen escapadas de algún sueño
tal vez un ángel la pinto,
cuando nos vio durmiendo.
Me detengo a mirar el cielo
invade el agua mi cuerpo,
porque noche tan hermosa no he visto,
es por eso amor, que no te olvido.

Hojas de otoño


Te fuiste esa mañana

sin querer decir "adiós"

sin querer voltear atrás

y atrás me quedé yo.

Te fuiste como las hojas del otoño

que se van de repente y para siempre.
Pero la vida, como las estaciones

debe cambiar así.

Tal vez cambiar tú, tal vez cambiar yo.

Va pasando el tiempo

y mirando a las estrellas

que no la paso tan mal

si intento no recordarte.

Pero aun trato de entenderlo

"las hojas del otoño

se las lleva el viento,

tarde o temprano".

Tal vez debía llevarte a ti, tal vez debía llevarme a mi.

Mientras tanto

camino en dirección opuesta

tratando de cambiar mis pensamientos

esperando, en el fondoencontrarte otra vez...

Se miran, se presienten, se desean,

se acarician, se besan, se desnudan,

se respiran, se acuestan, se olfatean,

se penetran, se chupan, se demudan,

se adormecen, despiertan, se iluminan,

se codician, se palpan, se fascinan,

se mastican, se gustan, se babean,

se confunden, se acoplan, se disgregan,

se aletargan, fallecen, se reintegran,

se distienden, se enarcan, se menean,

se retuercen, se estiran, se caldean,

se estrangunlan, se aprietan, se estremecen,

se tantean, se juntan, desfallecen,

se repelen, se enervan, se apetecen,

se acometen, se enlazan, se entrechocan,

se agazapan, se apresan, se dislocan,

se perforan, se incrustan, se acribillan,

se remachan, se injertan, se atornillan,

se desmayan, reviven, resplandecen,

se contemplan, se inflaman, se enloquecen,

se derriten, se sueldan, se calcinan,

se desgarran, se muerden, se asesinan,

resucitan, se buscan, se refriegan,

se rehúyen, se evaden y se entregan.



Hoy, y no mañana. ¡Oh amante!...

LA HORA


Tómame ahora que aún es temprano

y que llevo dalias nuevas en la mano.


Tómame ahora que aún es sombría

esta taciturna cabellera mía.


Ahora que tengo la carne olorosa

y los ojos limpios y la piel de rosa.


Ahora que calza mi planta ligera

la sandalia viva de la primavera.


Ahora que en mis labios repica la risa

como una campana sacudida aprisa.


Después..., ¡ah, yo sé

que ya nada de eso más tarde tendré!


Que entonces inútil será tu deseo,

como ofrenda puesta sobre un mausoleo.


¡Tómame ahora que aún es temprano

y que tengo rica de nardos la mano!


Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca

y se vuelva mustia la corola fresca.


Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves

que la enredadera crecerá ciprés?