lunes, 7 de julio de 2008

La sed




Tu beso

fue en mis labios

de un dulzor refrescante.

Sensación de agua viva y moras negras

me dió tu boca amante. ...

Cansada me acosté sobre los pastos

con tu abrazo tendido, por apoyo.

Y me cayó tu beso entre los labios,

como un fruto maduro de la selva

o un lavado guijarro del arroyo. ...

Tengo sed otra vez, amado mío.

Dame tu beso fresco tal como una

piedrezuela del río.

Estoy temblando.....





Estoy temblando

está temblando el árbol desnudo y en espejos

cantando

y cantando está la luna

riendo

sin silencios

la lírica y romántica

flauta y en cielo en hoz

por vez primera

se abren su luz cereza y el estiércol.

No se pueden quejar ni las mañanas

ni el ardiente sopor que por lo estéril

no canto más no canto

ni puedo deshacer en primavera

ni negarla y beberni matar sin querer

ni andar a tientas

ya que el aire está duro

y hay monedas locuras

esperandola marca del el agua

en desazón riendoriéndose riendo.

Ah si encono si entonces

ya no quiero ya no pude se pasa nunca alcanza

una ola se vaga la marea

se desconcierta así

y el sol no existe aquí más que en palabras

Pero en cambio en el cielo

caben muchas pero muchas. A veces se molestan se muerden

en los labios.